Español 230: Hablando del español...
Tarea: Sección Gramatical de RyE pp. 64-72,
Ej: 67 B, C, D, 70-72 A, B, C, D
Ej: p. 67 B, C, D
B) Verbos como gustar y doler
- Si haces demasiado ejercicio te dolerá todo el
cuerpo
- A mí me duele la cabeza cuando tengo gripe.
- Tú prometiste que cantarías aunque te doliera
la garganta.
- A Benito le dolían ayer los ojos pero ya no le
duelen.
- A nosotros nos duele el brazo derecho cuando lo movemos.
- A los pobres perritos les dolía una de las patitas.
- -No creo que las muelas le duelan más- me dijo
el dentista.
- ¡Qué mal me siento, me duele todo!
- A mucha gente le duele llegar tarde a las citas.
- Al boxeador le dolían las dos piernas.
C) El curioso y útil verbo faltar
- Faltaban diez minutos para las ocho cuando comencé a hacer mi tarea anoche. Entonces descubrí
que a mi libro le faltaban las páginas que yo necesitaba
leer. Decidí ir a casa de Carlos para pedirle su libro. Salí,
pero no llegué a su casa. Cuando me faltaban dos o tres cuadras
para llegar recordé que Carlos había salido esa noche.
D) Traducciones
- ¿Cuántos kilómetros faltan para
llegar a Madrid?
- -A nadie le gustan los insectos.- -A mí sí.-
- A menudo a uno le duelen los oídos cuando tiene
gripe.
- -¿Le duele la cabeza?- -No, doctor, pero me duele
la garganta.-
- A poca gente le gusta el frío.
- ¿Le gustaría a tu amigo venir a mi casa
esta noche?
- Faltan veinte minutos para las siete.
- Le expliqué mi idea al Sr. García, pero
a él no le gustó.
- A él le gusta el café mucho, pero a ella
no.
- A mi gato le duele la pata.
Ej: pp. 70-72 A, B, C, D
A) Ejercicio al que le faltan cuatro oraciones pero al
que le sobran complicaciones.
- A Gerardo le resulta fácil escribir cartas.
- A Gerardo le encantan los problemas políticos.
- A Gerardo le queda mal la ropa negra.
- A Genoveva le importan poco los perros abandonados.
- A Genoveva le cuesta poco llegar a tiempo a sus citas.
- Genoveva administra mal su dinero y siempre le falta.
B) Más casos de verbos como gustar
1) Mi amigo Conrado: Historia de dos amigos seriamente
patológicos
- A mi amigo Conrado le encantan los animales. Tiene más
de cincuenta gatos y veinte perros y nunca le alcanza el dinero para comprarles
comida. A veces me preocupa la situación de Conrado. A él
le hace falta la ayuda de todos sus vecinos. A los vecinos de Conrado les
molesta que él tenga tantos animales en su casa. A él le
convendría mudarse. Si a Conrado le tocara el premio gordo de la
lotería, esto resolvería sus problemas. A muchas personas
les extraña que un joven viva tan dedicado a los animales. Pero
como a mí me interesan mucho los animales también, me parece
normal su interés. A mí me agrada la compañía
de Conrado y me fascinan sus perros y sus gatos.
2) Un tipo necesitado de una temporada en la cárcel
- Soy un tipo muy sentimental y me resulta desagradable
ver personas necesitadas por la calle. Por eso decidí ayudar a aquel
hombre que me había caído tan bien. Me dio lástima.
Llevaba unos pantalones que eran muy cortos para él y una chaqueta
que le quedaba enorme. Me pareció que era una buena persona caída
en desgracia. Decidí regalarle alguna ropa mía y un par de
zapatos que me sobraban. A él le sorprendió que lo llevara
a mi casa. Cuando le di la ropa, quedó muy agradecido. Después
que se marchó, descubrí que me faltaba la billetera.
C) Confesiones
- Me disgusta que mis padres le tengan tanto miedo a los
aviones, pero me encanta que no sean muy amigos de visitar a sus hijos.
- A mucha gente le resulta difícil entenderme.
- Mi profesor, Harry Vélez dijo en alta voz -¡<<Su nombre aquí>> es la persona que me cae mejor en todo el mundo!
- A nadie le conviene provocarme.
- A mi amiga Waddie le hace falta dinero más que
cualquier otra cosa.
- Me quedan miles y miles de dólares para el resto
de la semana.
- En esta cuestión siempre es a mí a quien
le toca contestar.
- A mi madre le molesta que no la llame semanalmente y
que diga barbaridades sobre la religión católica, pero en
el fondo a ella le fascina el 99.9% de todo lo que yo pienso, digo y hago.
D) Reacciones
- A mí me pone triste la profunda estupidez de la
mayoría de los mortales.
- A mis amigos los pone contentos que yo diga alguna de
mis barbaridades características.
- A mi madre la va a poner alegre que la visite esta Navidad.
- A mí me pone nervioso que algún chico guaperas
se interese en mí.
- A mí me puso -me pone y me pondrá- frenético
la incorregible necedad del profesorado.
- A mí me pone muy molesto que algunos estudiantes
no amen la lengua y la literatura española tan profunda, completa
y apasionadamente como la amo yo.
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